Artículo: ¿Cómo será la evolución del COVID-19 después del confinamiento?

Al comienzo del contagio, el cual se produjo en la ciudad de Wuhan, todos los gobiernos estaban preocupados por retenerla allí, que no saliera de China. Las únicas medidas que se tomaron fueron las restricciones del tráfico aéreo, restricción a la circulación de personas y confinar a las personas que tuvieran síntomas de estar contagiadas del coronavirus.

Al cabo de un mes aproximadamente, el virus Covid-19 se extendió por gran parte de mundo. En ese momento, la OMS lo marcó como pandemia y la prioridad ahora de los países afectados y otros es la de aplicar protocolos de urgencia y alarma nacional como; el confinamiento de las personas, evitar contacto entre las mismas y guardar una separación mínima entre ellas , con la finalidad de ralentizar el contagio y conseguir así no bloquear la sanidad y dar servicio médico a todos.

Tras un mes de confinamiento, ya se ha empezado a trabajar en algunos gremios “no esenciales” y la curva de contagio está descendiendo. Eso hace que la población empiece a pedir la vuelta a la normalidad; escolarización, comercio abierto y otras pretensiones.

No obstante, la forma que tiene una pandemia al expandirse es como una onda. Y su comportamiento puede diferir según distintos factores:

-El contagio puede haber sido muy alto entre la población en la primera oleada de pandemia. Esto significaría que la segunda oleada será mucho más suave y que pase casi desapercibida. Puede ser el caso de los países del sur de Europa, más concretamente Italia, España y Francia.

-Si la primera oleada se ha controlado con cierta rapidez, provocará que la segunda oleada con la llegada del otoño tenga una afección muy parecida a la primera. Esta situación conduciría de nuevo al confinamiento y a tomar medidas de similar intensidad a las de ahora.

-Otra situación posible se produciría cuando la primera oleada se ha controlado bien y la segunda oleada estalle con gran virulencia en el momento que se disipen las normas aplicadas a las personas durante el estado de alarma. Cuidado con la forma en que se levantan las restricciones.

Todos los países deberían de preparar su Sistema de Sanidad para una posible segunda oleada de la pandemia, proteger a sus ciudadanos con EPIs, equipar a sus profesionales para que no vuelva a suceder este estado de carencia, hacer acopio y tener capacidad productiva, y no basar todas las esperanzas en la ansiada vacuna sino actuar. Si se cumple con todas las medidas preventivas, ya se estará preparado para la siguiente epidemia.