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La inspección técnica de vehículos, es la forma de aumentar la seguridad en los vehículos, ya que, se revisa periódicamente. Estas revisiones exigen a los conductores un control exhaustivo.
En las revisiones de la ITV, se miran, el estado de las ruedas, la situación de la dirección, los frenos y el freno de mano, las luces, el estado de los cinturones de seguridad…
Lo peligroso, es que, un porcentaje alto de motos, furgonetas, coches que tenían que haber pasado la revisión no lo hicieron, según los últimos datos publicados oficialmente.
La revisión se puede realizar en cualquier taller homologado, sin que nada tenga que ver donde está matriculado el vehículo.
Antes de pasar la ITV se aconseja revisar el coche para no tener que ir dos veces a pasarla. Hay muchos talleres que ofrecen el servicio llamado “Pre-ITV”.
Una vez que pasamos la prueba podemos obtener cuatro tipos de resultados: Favorable sin fallos, favorable con algún fallo menor, desfavorable y negativa.
Si la revisión es desfavorable la ITV nos retendrá los papeles oficiales del vehículo, y nos dará un papel explicando el porqué se han quedado con los papeles oficiales y el tiempo que tenemos para subsanar los fallos encontrados, este tiempo no podrá exceder de dos meses. Cuando estén arreglados los problemas y vayamos de nuevo a pasar la ITV, no tendremos que pagar de nuevo, y si la inspección pasa a ser favorable nos devolverán los papeles oficiales, en caso contrario si la revisión vuelve a ser desfavorable, el vehículo será dado de baja temporalmente.
En caso de que el resultado de la inspección sea negativa, el vehículo ni quiera saldrá de la ITV y el conductor se tendrá que llevar el coche en grúa, los trámites para que ese vehículo vuelva a la circulación son muy complicados. Ya que, cuando en la ITV el resultado da negativo es porque han detectado fallos muy graves y de difícil solución.