Noticia: La Mesa del Tercer Sector pidió que se aumente el Salario Mínimo Interprofesional hasta los 800 euros.

A los partidos políticos que concurren a las próximas elecciones generales del día 20 de diciembre, desde la Mesa del Tercer Sector, se le pidió subieran el SMI o Salario Mínimo Interprofesional hasta los 800 euros y equipararlo así a los niveles que recomienda la Carta Social Europea.

Más de 3.000 entidades forman la Mesa del Tercer Sector y ellas han formulado 26 propuestas, las cuales serán presentadas a todos los candidatos por la demarcación de la ciudad de Barcelona. El presidente de la Mesa, expuso que en el documento llamado Fortalecer el Estado del bienestar para crecer socialmente, piden también cambios en los impuestos o más bien en el sistema fiscal español. Creen que es regresivo y que fomenta las desigualdades.

El SMI sólo ha crecido un 2,4% desde hace cinco años y en este año fiscal está establecido en 648,6 euros. Desde los sindicatos se critica que los aumentos son insuficientes para poder recuperar el nivel adquisitivo ya perdido desde el comienzo de la recesión económica. Por tanto la propuesta es que en dos años se lleguen a los 800 euros de SMI. En las negociaciones del pasado año, las fuerzas sindicales propusieron una subida del 12,5% para este año 2015 y del 10,25% para el próximo, de esta forma sí se llegaría a la cifra demandada de 800 euros. Por parte del Gobierno de España, sólo se decretó una subida del 0,5%. Hay un 15% de trabajadores que aún teniendo rentas de trabajo, están por debajo del umbral de pobreza. La Carta Social Europea recomienda como salario mínimo el 60% de la media de los salarios de cada país y España está muy por debajo de esa cifra.

Otra de las propuestas es la fiscalidad justa, realizando una reforma fiscal que tenga más capacidad de redistribución de la riqueza. Crear un impuesto negativo que ayude a las familias con menos recursos tras realizar la declaración de la renta. Una manera efectiva de convertir el sistema fiscal en un sistema progresivo y además estimularía el consumo, y que ninguna pensión no contributiva esté por debajo del umbral de la pobreza.