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Justo antes del puente de agosto, del 12 al 14 de agosto, la Dirección General de Tráfico (DGT) puso en marcha una vigilancia especial relacionada con alcohol y drogas. Ello ha acabado con la denuncia de 1.785 conductores en sólo tres días.
Durante esos tres días, se realizan 82.136 pruebas, y de éstas, 333 dieron positivo al test de drogas y 1.452 al de alcohol. Las denuncias fueron porque los conductores habían ingerido alguna sustancia, cometido alguna infracción o haber estado dentro de un accidente.
Entre las drogas más consumidas que se han podido detectar en tales controles, están el cannabis (240 casos), la cocaína (107 casos), las anfetaminas (65 casos), metanfetaminas (44) y opiáceos (22). En tres días, la DGT ha realizado 81.237 pruebas y 1.452 conductores dieron positivo. Mientras que 9 presentaban síntomas evidentes de ingesta de alcohol.
De aquellos 1.452 conductores que dieron positivo, 1.260 han sido sometidos a expedientes sancionadores vía administrativa, y los 192 restantes han tenido que pasar a la autoridad judicial mientras que a 6 conductores se han abierto diligencias porque no han querido hacerse la prueba de alcoholemia.
El alcohol y las drogas acaban siendo un auténtico problema en la carretera, sobre todo en fines de semana cuando hay varios vehículos implicados para tal fin. En este caso, y tras controles de la DGT, es de destacar algunos casos donde se detuvo a un taxista de Santiago de Compostela que dio positivo a alcohol, después de provocar un accidente. También le efectuaron el test de drogas e igualmente dio positivo en cocaína. Datos como este dan a entender que las campañas no son suficientes y que es necesario realizar controles de este tipo para detectar a los infractores.
Ahora toca una nueva campaña en la que la DGT volverá a aumentar los controles la llegada de los conductores a sus destinos a finales de agosto, aunque se prevé que este año sea muy escalonada.