La Dirección General de Tráfico estrena 50 radares indetectables.

La DGT ingresó el año pasado unos 129 millones de euros en concepto de multas captadas por sus radares ya sean fijos o móviles, un 4,9% más que en el año anterior. En la actualidad, la DGT ha puesto en funcionamiento en la red de carreteras españolas un nuevo modelo de radar, esta vez indetectable y mejor integrado dentro de sus vehículos con un mayor nivel de camuflaje. De este tipo de radar se han adquirido 50 unidades, los cuales se están instalando en sus vehículos Citröen C4 Picasso.

La implantación de este nuevo tipo de radar se está realizando de manera progresiva y estén todos en funcionamiento antes de las operaciones salida de verano. A día de hoy ya se encuentran funcionando varias unidades en las carreteras de Castilla y León y Aragón. Estas nuevas sustituyen a otros modelos que ya se habían quedado anticuados, no habrá mayor número de radares, sino mejor equipados. Su dificultad, a la hora de identificar por parte de los usuarios conductores, radica en la nueva posición de la sonda del radar que ahora está situada en la parte delantera del vehículo, justo encima de la matrícula en un hueco circular. Más abajo se encuentra el flash, que a simple vista parece una luz antiniebla y garantiza una nitidez del 15% con respecto a las fotografías anteriores. Los vehículos que montan estos radares no llevan vistosos elementos que podamos ver, como antenas, dificultando su identificación. Ahora la mayor dificultad a la que se enfrentan los conductores que aún osan llevar detectores de radar, es la frecuencia a la que emiten estos radares que resulta indetectable.

Otra novedad sobresaliente, es la capacidad que tiene este radar para detectar la velocidad de vehículos que circulan en seis carriles a la vez. Si el radar opera en un vehículo en marcha solo detecta las velocidades en un solo sentido, por otro lado si está parado es capaz de controlar la velocidad de los coches que circulen en ambos sentidos.

La DGT ha asegurado que todos los radares fijos y móviles estarán visibles para el conductor y distinguirán el tipo de vehículo que cometa la infracción. Actuarán de dos maneras, teniendo en cuenta la velocidad permitida para así medir la velocidad de los coches que adelanten y parados en la calzada, sobre todo en carreteras secundarias que es donde más se utilizarán. Si están parados, estos radares estarán situados de forma que sean visibles para el conductor, siempre que la vía lo permita. Actualmente existen 850 radares en nuestras carreteras, de los cuales 550 son fijos y el resto son móviles. Cataluña y País Vasco que tienen las transferidas las competencias tienen 240 radares fijos y 60 móviles. A parte de los seis radares Pegasus montados en los helicópteros de la DGT.

En la actualidad existen 8.959 Agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, cuya recaudación en 2014 ascendió a 305 millones de euros en multas de tráfico de las cuales el 42% procedieron de los radares.