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Ya en el mes de abril de 2015, el gobierno de Gran Bretaña anunció un impuesto para gravar las bebidas que contengan más de 5 gramos de azúcar por cada 100 miligramos, a partir del año 2018. La finalidad es la lucha contra la obesidad infantil y todas las enfermedades asociadas al azúcar, fundamentalmente la diabetes. La RSPH, Royal Society for Public Health, lo ha calificado como un paso adelante.
Algunos países y estados del mundo ya lo han implantado; como Francia, Hungría, Dinamarca, Sudáfrica y algunos estados de México y EEUU. Según la OCDE, México y EEUU tienen los índices de obesidad más elevados del mundo, rondando el 32% en adultos y niños con diferentes tipos de sobrepeso. Desde que comenzó a implantarse en los diferentes estados y países, no hace mucho tiempo, todavía no se ha comprobado la eficacia ya que los estudios deben de abarcar un período más largo para que los resultados sean fiables.
Según palabras del presidente de la Sociedad Española de Dietética y Nutrición, SEDYN, el señor Bittor Rodríguez, el nuevo impuesto para este tipo de productos es una buena elección, viendo las experiencias de otros países, una medida lógica, ya que otros productos que afectan directamente a la salud de las personas ya están gravados con impuestos específicos.
Esta medida permitirá que el consumidor conozca la cantidad de azúcar necesaria para determinados productos y la cantidad excesiva de otros. Por contrapartida, también deben de aparecer o fomentar, productos alternativos para que la prohibición surja efecto, así como potenciar el consumo de frutas y verduras como alternativa a la bollería industrial.
El problema de la obesidad, según la OMS, Organización Mundial de la Salud, es muy grave ya que existen 1.900 millones de personas adultas con sobrepeso y 600 millones más que padecen obesidad.
Desde la Universidad de Colorado, en la ciudad de Denver, EEUU, el nefrólogo Richard Johnson coautor del libro The sugar Fix: The High-Fructose Fallout That Is Making You Fat and Sick, traducido como, El chute de azúcar: la alta concentración de fructosa que te engorda y enferma, nos cuenta que a principios del siglo XX sólo el 5% de la población mundial padecía hipertensión, frente a un 30% aproximadamente que la padece en la actualidad. En el año 1980 había una población estimada de 153 millones de diabéticos, frente a unos 350 millones a día de hoy. El azúcar es el culpable principal, ya que lo ingerimos de una manera brutal y si somos consumidores de bebidas preparadas podemos ingerir el equivalente a 4 gramos por unidad de media, en zumos, refrescos, cafés o tés, aumentando en determinados productos.
Ha llegado la hora de tomar cartas en el asunto y restringir el consumo desmesurado de estos tipos de productos.