Artículo: Recomendaciones de la DGT para no gastar tanto combustible al usar el aire acondicionado

La mayoría de los territorios de España padece de un verano cálido donde se alcanzan unas temperaturas que hacen imprescindible el usar el aire acondicionado, tanto en el interior del coche como en las casas, y si bien en estas últimas disponemos de un control del gasto más exacto tras ver el consumo eléctrico, en el conche dependemos de la gasolina, un índice que nos cuesta más evaluar dado que también se gasta cuando circulamos.

Por ello, la DGT ha publicado una serie de recomendaciones para inhibir ese gasto extra que nos producirá el usar el aire acondicionado en nuestros vehículos. Son una serie de trucos para poder ahorrar gasolina, sobre todo esos días de temperaturas extremas que se avecinan (mes de agosto) en los que el aire acondicionado será el protagonista.

Acciones para gastar menos combustible cuando usees el aire acondicionado

No conectes el aire acondicionado nada más subir al coche. Es habitual que, nada más subir al coche que ha estado horneándose al sol, encendamos el aire acondicionado de forma voraz para refrigerar lo antes posible el habitáculo. No obstante, este acto no es lo ideal, según explica la DGT, quien recomienda que previo a encenderlo, bajemos la temperatura varios grados con acciones tan simples como bajar las ventanillas y nos pongamos en marcha para que el interior se airee con viento del exterior (menos cálido), así como abrir y cerrar la puerta varias veces antes de arrancar. Tras unos minutos, ya podemos encender el aire acondicionado y subir las ventanillas, haciendo que el sistema de refrigeración no tenga que forzarse tanto.

Debemos tener presente que la temperatura ideal está comprendida entre los 21 y los 23 grados centígrados. Valores inferiores constituyen un gasto que incrementa el consumo del combustible hasta en un 35% extra, además de poner en riesgo nuestra propia salud al someternos a cambios tan drásticos de calor-frío. Es importante mantenerse fresquito, pero no congelarse, teniendo claro que se trata de poder alcanzar una temperatura cómoda para la conducción, y no una que nos haga incluso temblar del frío.

Si la temperatura externa lo permite, baja las ventanillas. En determinadas zonas y momentos del día, la temperatura exterior es lo bastante agradable como para permitirnos estar a gusto en el coche. Basta con bajar las ventanillas y conducir así para que el aire del interior se renueve de forma constante con una sensación térmica agradable y constante. Así, viajes por montaña o cerca de playas, puede transmitirnos ese bienestar tan agradable sin necesidad de tener que encender el aire acondicionado e incrementar así el gasto energético y de combustible.

Invierte en mantener el aire acondicionado en buenas condiciones. Es imperante mantener los filtros del aire acondicionado limpios (se recomienda cambiarlos una vez al año para que no pierda rendimiento), controlar la carga de gas y someter el vehículo a un mantenimiento general que revise todas sus partes, pues todo puede estar implicado en la optimización del aire acondicionado. Existen diversos problemas que pueden derivar en un gasto extra del combustible o incluso en un cese de su funcionamiento. De hecho, la DGT insta a que dicha revisión se haga un mes antes de la entrada del verano para tener el coche preparado para afrontar el uso intensivo del aire acondicionado.